Los conflictos socioambientales son cada vez más numerosos debido al modelo de desarrollo impuesto el cual presiona cada vez más el entorno natural y social. De esta forma, cuando existe un daño en dichos entornos, la situación de empobrecimiento se acentúa. Así mismo, es importante mencionar que los conflictos socioambientales tienen diversas aristas que requiere de intervenciones y propuestas integrales, que puedan dar cuenta de la necesidad de articular a aquellos que son parte del problema para que también sean parte de la solución.

Los metales pesados se han convertido en un tema de mucho estudio en los últimos años debido a los daños ambientales y de salud que pueden provocar. Son bastante interesantes desde el punto de vista ambiental y toxicológico por su alta toxicidad y bioacumulación. Los daños que ocasionan, a niveles extremadamente altos de exposición, son tan severos que pueden provocar coma, convulsiones e incluso la muerte de las personas (siendo la población infantil la más afectada).

Se realizará un análisis del conflicto socio-territorial existente en los alrededores de la empresa fundidora Met-Mex Peñoles, la cual es reconocida como la más grande de Latinoamérica y la cuarta más grande en el mundo.

Estudio realizado con muestras compuestas de suelo de patios de cinco casas, ubicadas en tres vecindarios: Gómez Palacio, Torreón 1 y Torreón 2.

La empresa minero metalúrgica se ha dedicado a tener una serie de paliativos a la solución de la problemática presentada en la sociedad, tales como la limpieza en las calles, el monitoreo de los niveles de plomo en la sangre de los niños a través de la USA (Unidad de Salud Ambiental), sin embargo, no se han dedicado a buscar soluciones a la problemática de fondo que ha generado los conflictos los problemas de salud pública en la ciudad.

El caso de contaminación por plomo en sangre de los habitantes de las colonias aledañas a Met-Mex Peñoles en Torreón, Coahuila, es un tema que aún sigue vigente.

Durante 2016, la empresa Met-Mex declaró que el tema de la contaminación por plomo se encuentra en una fase de contingencia controlada, pero la realidad es otra muy diferente en donde a la fecha se siguen observando casos de altos índices de sangre principalmente en niños.

En términos de implicaciones y conflicto social, por parte de la ciudadanía, se observan periodos de meses de aletargamiento en la lucha y búsqueda de soluciones a la problemática de salud en la población infantil y ambiental, esto se observa principalmente en la gente que habita en las colonias aledañas al complejo minero metalúrgico, debido a que es la que trabaja en la empresa. Así mismo, se puede percibir un estado de miedo a actuar contra la empresa que es la principal fuente de empleo de esta población impactada.

La empresa también ha ofrecido comparar las viviendas y terrenos a la gente de las colonias aledaña, sin embargo, la gente no ha querido venderle a la empresa y permanece ahí. Además, se puede percibir algún nivel de mala gestión o mala organización en las negociaciones de compra-venta, ya que la gente pide ser retribuida con grandes cantidades y la empresa no ha aceptado. Por parte del gobierno y las instancias ambientales, no se ha mostrado una creación de políticas o de regulaciones (normas y leyes) adecuadas y que verdaderamente funcionen. Incluso posterior a la creación de la norma que refiere a los niveles permisibles de emisiones con plomo a la atmosfera, estas instancias no cuentan con los instrumentos suficientes para medir las emisiones y realizar monitoreos adecuados de las emisiones en el complejo Met-Mex o en la ciudad.

En términos de gestión para la minimización de los conflictos sociales, ambientales y políticos dados por este caso en particular se propone lo siguiente:

  • La empresa Met-Mex Peñoles en Torreón siguiera de forma real una política de ética moral-empresarial, poniendo soluciones en sus procesos de producción para la iluminación de altos índices de plomo al aire y eliminar toda fuente de fugas, además de ajustarse a los niveles de plomo de las emisiones de manera adecuada y honesta.
  • La sociedad no baje la guardia y siga manifestándose en contra de las actividades del complejo minero. De manera organizada la población puede acercarse con las instituciones gubernamentales competentes y exponer una denuncia pública en contra de la empresa. También puede acercarse a la mesa de negociación con la empresa a fin de que puedan ser reubicados de las áreas contaminadas donde viven actualmente.
  • El gobierno y las instancias ambientales locales, estatales y federales deben ser más capaces en la gestión de recursos y de vigilancia en apego a las leyes a las normativas por parte de Met-Mex Peñoles (por ejemplo, el SINAICA debe de monitorear los niveles de contaminantes en el aire de la ciudad). Debe ser capaz de contar con las herramientas o laboratorios especializados que puedan dar mayor información sobre lo que la empresa realmente está emitiendo a la atmosfera y de poner en la mesa las modificaciones de ley que se requieran para evitar los impactos ambientales y de salud que se generan por el complejo mineo metalúrgico.

 

Más información en:

 

Análisis realizado por Ricardo Miranda Briones, Cindy Araceli Ramirez Padilla y Ruth Liszbeth Villalobos Caro.
Estudiantes del Máster en Ciencia y Tecnología de la Sostenibilidad de la UPC.

 

Imagenes extraidas de: texascenter.org, chapingo.mx/revistas, map-of-mexico.co.uk y mexlist.com